Jue. Nov 6th, 2025

La pauta de política monetaria en noviembre llega condicionada por un recorte reciente de la Fed, un tono más cauto de lo previsto y un Banco de Inglaterra dividido que encara una decisión al filo del cuchillo. El reajuste de expectativas para diciembre refleja una probabilidad aún mayoritaria de otro recorte en EE. UU., pero con menor convicción que semanas atrás, mientras que el BoE podría optar por pausar tras varios recortes, a la espera de datos de inflación y salarios del Reino Unido y el impacto del Presupuesto de otoño. Para renta fija y divisas, el mapa táctico se centra en duración selectiva, sesgo a calidad y coberturas en dólar y libra ante sorpresas en el ritmo de relajación monetaria.

Fed: un recorte, menos guía y más dependencia de datos

La Reserva Federal recortó 25 pb a finales de octubre, pero el mensaje del presidente Powell fue inusualmente contundente al enfriar las apuestas de un nuevo recorte en diciembre, subrayando que “no está garantizado” y devolviendo parte de la prima de relajación a las curvas. Con ello, los futuros de fed funds pasaron de descontar ampliamente un segundo recorte a un escenario más equilibrado, con probabilidades en torno a dos tercios para otra bajada frente a un tercio de pausa, según lecturas de mercado a inicios de noviembre.

El telón de fondo incluye proyecciones que ya contemplaban más recortes en el horizonte de 2025-2026, pero con un ritmo más gradual y explícito foco en la trayectoria de inflación y empleo, que además se ve enturbiada por retrasos en publicaciones estadísticas por factores administrativos. La señal neta: la Fed mantiene la puerta abierta a diciembre, pero prioriza flexibilidad y opcionalidad táctica frente a una guía determinista, lo que sostiene la volatilidad en swaps y Tesoros de corto plazo de aquí a la reunión.

Implicación clave: la “cautela constructiva” de la Fed ancla el tramo corto, pero limita la euforia en duration hasta que datos de precios y empleo confirmen desinflación y holgura en el mercado laboral. El dólar se sostiene mientras el mercado “descuenta menos” Fed, elevando el umbral de sorpresa para trades contrarios a USD.

Diciembre: repricing sin capitulación

Hasta finales de octubre, la narrativa dominante contemplaba dos recortes en 2025; ahora el consenso sigue viendo un movimiento en diciembre, pero con menor convicción y mayor sensibilidad a los próximos datos de empleo e inflación subyacente. Desarrollos recientes como comentarios más dovish de algunos miembros han mantenido el escenario base de un recorte, aunque el Comité permanece dividido y reacio a sobreprometer en ausencia de datos completos.

Tres escenarios dominan:

  • Base: recorte de 25 pb si la inflación cede y el empleo pierde tracción, encadenando dos bajadas consecutivas y validando la fase inicial del ciclo de acomodación.
  • Pausa: mantener para evaluar la transmisión de los recortes ya aplicados si los datos no confirman desinflación sostenida, con sesgo a reanudar recortes en 2026.
  • Más agresivo: 50 pb si surge un shock de crecimiento o deterioro brusco del mercado laboral, hoy menos probable.

El mercado ha migrado hacia una distribución bimodal de resultados, lo que favorece estrategias de carry con protección convexa y gestión activa de beta a tipos.

BoE: ¿pausa táctica o recorte adicional?

El Banco de Inglaterra llega a su decisión con inflación y salarios moderándose y un Comité dividido entre los riesgos de arraigo inflacionario y el enfriamiento de la demanda. El consenso se inclina por mantener tipos en 4,00% tras una secuencia de recortes, aunque no se descarta un nuevo recorte dada la mejora en servicios subyacentes y la pérdida de impulso salarial. Las casas que ven pausa argumentan que sería el primer freno al ritmo de bajadas desde el inicio del ciclo de relajación, a la espera de más evidencia y del marco fiscal, mientras que una minoría apuesta por 25 pb adicionales si el balance de riesgos lo avala.

La hoja de ruta del BoE para finales de año sugiere comunicación prudente, con mayor énfasis en data-dependence y sin precompromisos de cara a diciembre, aunque con creciente probabilidad de recorte si se confirma la desinflación y el enfriamiento del mercado laboral. Las fechas del MPC y el flujo de publicaciones entre reuniones serán determinantes para la libra y el extremo corto de la curva gilts.

Ideas tácticas en renta fija: duración selectiva y calidad

  • Duración táctica en EE. UU.: añadir moderadamente en el 2–5 años para capturar el repricing de diciembre sin exponerse en exceso a un giro hawkish de datos; mantener opcionalidad mediante opciones en Treasury futuros o swaptions para cubrir un escenario de pausa.
  • Calidad sobre high beta: priorizar grado de inversión de corta y media duración ante liquidez más cara y diferenciales susceptibles a sorpresas macro, dejando el high yield para momentos de compresión posterior a confirmación de ciclo de recortes.
  • Gilts: curva con valor relativo en 3–7 años ante probabilidad de pausa seguida de recorte; coberturas de cola vía opciones si el BoE sorprende hawkish por riesgos de inflación de servicios.
  • Carry y “barbell”: combinar letras/corto plazo aún con carry atractivo con tramos intermedios que capturen convexidad si los bancos centrales confirman la senda de recortes, reduciendo gradualmente efectivo a medida que caen los rendimientos de cash.

Ideas tácticas en divisas: dólar resiliente, libra binaria

  • USD: la moderación en las apuestas de recorte sostiene al dólar; estrategias long USD frente a cestas cíclicas asiáticas y AUD hasta que la probabilidad de recorte vuelva a >80%, con stop disciplinado ante publicaciones débiles de empleo/IPC.
  • GBP: enfoque event-driven; preferir estructuras opcionales (call spreads sobre GBP si el BoE recorta y guía dovish) y coberturas ante pausa que refuerce la libra a corto plazo; pares GBP/EUR sensibles al diferencial de sorpresas macro Reino Unido vs. eurozona.
  • Correlaciones: si la Fed recorta y guía neutral, el dólar podría ceder frente a G10 de beta alta; si pausa, fortalecimiento táctico de USD y presión en emergentes con mayor necesidad de financiación externa.

Señales a monitorear antes de diciembre

  • EE. UU.: IPC subyacente, ECI y tendencia de crecimiento salarial; ISM servicios y condiciones de crédito; sorpresas negativas elevan la probabilidad de recorte y empinan la parte media de la curva.
  • Reino Unido: inflación de servicios y salarios privados; tono fiscal del Presupuesto de otoño; si la desinflación persiste, aumenta la tracción para recortar en diciembre.
  • Condiciones financieras: evolución de spreads de crédito, liquidez en money markets y volatilidad en swaps; mayor tensión favorecería una Fed y un BoE más acomodaticios.

Conclusión: flexibilidad primero, convicción después

El mensaje de final de 2025 no es de capitulación monetaria, sino de prudencia calibrada: la Fed recortó y mantuvo las manos libres para diciembre, mientras el BoE sopesa una pausa táctica frente a evidencias crecientes de desinflación. Para inversores, el mejor posicionamiento combina duración selectiva, sesgo a calidad crediticia y estrategias en divisas que reconozcan un dólar todavía respaldado por la reducción en las probabilidades de recorte inmediato. La clave de aquí a diciembre será gestionar la opcionalidad: construir carteras que ganen con el escenario base de recorte, pero que sobrevivan si el dato obliga a pausar la relajación.

por Peque

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